El renacer de la estación de ferrocarriles de San Bernardo

Durante la presidencia de Manuel Montt, en 1857, se inauguró una de las primeras líneas de ferrocarriles de Chile: 16 kilómetros desde Santiago hasta el entonces pueblo de San Bernardo.

Aquello convirtió a la zona en un atractivo turístico para los capitalinos, que comenzaron a viajar "al sur" en los veranos.

Poco a poco, en torno a la estación de la actual comuna de la Región Metropolitana, el pueblo comenzó a crecer. Aumentó el valor de sus tierras y la ciudad fue estructurándose junto a la obra, que provocó un fuerte impacto en su fisonomía y crecimiento. En solo una década la población de San Bernardo casi se duplicó.

En 1918, al sitio ya se le denominaba la Maestranza. No solo era el lugar donde los trenes llegaban y partían. Allí se fabricaban y reparaban las locomotoras a vapor y diésel que recorrían todo el país y desde ahí también se exportaban ejes y ruedas. Hasta que vino la crisis de 1929. Con la economía del país casi paralizada, producto de la recesión, el ferrocarril comenzó su ocaso.

Así, la Maestranza inició un periodo de deterioro prolongado. Abandonada y a su suerte, en 1995 una parte de los terrenos fue cedida para un proyecto inmobiliario. Solo las estructuras de enormes columnas de concreto quedaron en pie. El terremoto del 27 de febrero de 2010 dañó parte de la vieja infraestructura y unos meses después, el Consejo de Monumentos Nacionales declaró al lugar monumento histórico, por su patrimonio industrial. Es uno de los pocos vestigios de cuando en Chile se fabricaba ese tipo de maquinaria.

Tres años después nació el proyecto Boulevard Cultural Maestranza, que luego de más de 100 consultas ciudadanas, ya comenzó las obras preliminares para iniciar su construcción. La propiedad de Boulevard Maestranza S.A. está integrada por un grupo de inversionistas entre los que figuran las sociedades Cepamil, BGO Group, Inversiones San Damián, Inversiones Viña 21, y Uno Inversiones, de los empresarios Félix Olavarría y Jossé Bajut entre otros.

78 mil metros cuadrados

El proyecto consiste en rescatar y transformar las cuatro estructuras -llamadas Armaduría, Herrería, Caldelería y Tornamesa- en un centro comercial de 78 mil metros cuadrados repartidos sobre hectáreas donde convivan las tiendas con un ambiente histórico y cultural.

Con una inversión de US$ 120 millones, la obra contempla la habilitación de un circuito histórico y patrimonial permanente, con un espacio para exposición fija, en un área educativa dedicada a la protección del patrimonio. La zona comercial, donde se destinarán tiendas de nicho, albergará 40 mil metros cuadrados.

Roberto Hartley, director ejecutivo de Boulevard Cultural Maestranza, dice que "la primera observación que hicieron la Municipalidad de San Bernardo y el Consejo de Monumentos fue que la estructura tenía una gran puesta en valor para toda la comunidad. Por eso se ha hecho necesario que todas las personas del sector traigan ideas que nos permitan nutrir el proyecto".

Frente a una infraestructura tan importante para el sector, los gestores del proyecto decidieron que lo mejor era realizar un trabajo minucioso, sobre todo para mantener informados a los vecinos. Ello, porque según cuenta el mismo Hartley, cuando se supo de la iniciativa, los habitantes de la zona temieron que llegaran las máquinas a eliminar toda la historia y el lugar desapareciera como tantas veces ha pasado con el patrimonio en Chile. "Por el contrario. Lo que queremos hacer es no cambiar el destino de la maestranza, sino que queremos continuar la historia. Por ningún motivo vamos a botar el monumento y levantar un centro comercial, de hecho, este es un proyecto que curiosa y afortunadamente cumple con todos los objetivos de lo que la gente está exigiendo desde el estallido social", sentencia.

Dos fases

A poco de empezar la fase de construcción, el ejecutivo cuenta que cerca del 30% de la zona comercial ya está definida con tiendas de nicho, especializadas en deporte, ropa de moda independiente y outlets.

Los espacios al aire libre estarán distribuidos en cinco paseos exteriores, áreas verdes y vías internas de circulación. El lugar además contará con patios de comida, zona de restaurantes, cafés, librerías y áreas de juegos. Incluso en una de las zonas abiertas habrá espacio para foodtrucks y hasta lugares para que la gente pueda concurrir con sus mascotas.

"Al final de cuentas esto no le va a cambiar la vida a los sanbernardinos más que hacerlos sentir un poco más integrados a la sociedad. La comunidad cumplió con el objeto de darle cultura, esparcimiento y diversión al sector. Ahora tenemos que acercarles los servicios para que no tengan que ir por ellos a Santiago o Puente Alto. En San Bernardo quieren tener lo mismo que hay en otras comunas, claramente ligandolos a sus raíces. En ese sentido, estamos súper tranquilos y contentos de que vamos a ser pioneros en cumplir con este estándar", añade Juan Ignacio Carrasco, miembro del directorio de Boulevard Cultural Maestranza.

La primera fase remodelará la zona llamada Tornamesa, Armaduría y el edificio de estacionamientos, siendo este último la única infraestructura nueva. "En los próximos dos años trabajaremos en la primera fase, y dos años después, inauguraremos la segunda parte", añade Hartley.

Memoria

Tras la participación de la comunidad, el proyecto considera rescatar también parte de la historia de abandono de la maestranza. El lugar fue escenario del asesinato de once personas durante la dictadura y en sus muros permanecen rayados que dan cuenta de los años en que la infraestructura permaneció prácticamente abandonada.

"Una forma relevante en que la comunidad puede ser parte del desarrollo de este proyecto es mediante los concursos públicos que estarán disponibles en el sitio web en unos meses más. Allí, las mismas personas del sector elegirán los diseños de las áreas", explica el ejecutivo.

Estos diseños corresponden a un memorial que recordará a los cientos de trabajadores que dieron vida a los años de gloria de la maestranza, la zona de juegos, el mobiliario de los espacios comunes e incluso los rayados de los muros. "No hay ningún muro que no tenga un grafiti. A medida que íbamos evaluando el proyecto, registramos todos los grafitis para que éstos después puedan ser exhibidos de forma permanente, ya que son parte de la cultura de este boulevard y sobre todo de la historia de la Maestranza", explica Hurtley.

En el edificio llamado Herrería habrá además una zona de exposición permanente y otra itinerante, para mostrar a través de interactivos la historia de la Maestranza con la participación del Museo Nacional de Historia Natural.

Una vez listo, el boulevard creará alrededor de 1.200 puestos de trabajo y la idea de la firma es que al menos el 25% sea ocupado por gente de la misma comuna.

"Ha sido un proceso súper largo pero que finalmente ha terminado por enriquecer el proyecto, porque nos hizo entender lo importante que es entrar en contacto con las comunidades. San Bernardo creció entorno a la Maestranza y tiene una gran puesta de valor para el sector", enfatiza Hartley.